¿Dónde surgió la idea de escribir “Hashtag”?
Llevaba mucho tiempo dándole vueltas en mi cabeza a la idea de escribir algo que estuviera relacionado con las redes sociales, y con esa paradójica sensación de soledad que puede provocar estar tan expuesto a los demás. Hay gente que publica todo lo que hace, lo que come, lo piensa, lo que siente, lo que hizo y lo que va a hacer, y muchos lo hacen para no sentirse solos. De ahí nació “Hashtag”. De ese mundo de soledades y tristezas que esconde el hecho de estar permanentemente exponiendo tu vida entera.
¿En qué te inspiraste para escribir esta conmovedora historia?
Siempre he querido hacer un viaje por la costa de California, y atravesar desde ahí la frontera hacia México. Como nunca lo he hecho, decidí que iba a poner a mis personajes a hacerlo. De ahí surgió la inspiración para el viaje de Eric y Jade desde Los Ángeles a Mexicali. Digamos que ellos son más afortunados que yo, y yo pude cumplir a través de ellos uno de mis sueños.
¿Sientes que los personajes tuvieron un desarrollo importante a medida que transcurría la historia?
Absolutamente. Empecé un poco a escribir a ciegas, sin saber bien qué estaba haciendo. Digamos que descubrí de qué se trataba la historia una vez que leí lo que había escrito. Es muy poco común que algo así me suceda. Con la Trilogía del Malamor, “Malaluna”, “Mi abuela, la loca”, siempre estuve muy en control de lo que estaba haciendo. Sabía a la perfección de qué iba a escribir y qué le iba a pasar a mis personajes. Solo una vez me sucedió lo mismo que con “Hashtag”: cuando escribí “El filo de tu piel”. Supongo que ambos libros tocan un resorte muy particular dentro de mí, y desde ahí me conecto a la trama.
Para ti ¿Qué personaje logra el desarrollo más importante? ¿Por qué?
Sin duda, Eric. Al comienzo de la historia, Eric ni siquiera se atreve a decir ciertas palabras. No es capaz de llorar. Ha perdido toda la capacidad de conectarse con sus emociones y sentimientos. Y desde ese estado en “encapsulamiento” hace un viaje -real y emocional- para terminar completamente distinto al final de la historia. Por eso, creo yo, Eric es el dueño de “Hashtag”, porque su lenta pero irremediable transformación es la que da la vida al libro, y ese recorrido es lo que yo propongo que todos presenciemos a lo largo de las trescientas páginas.
¿Cuál es tu personaje favorito de la historia? ¿Por qué?
Jade. Ella es mi favorita. Porque si tuviera que elegir entre los personajes que componen el libro, ella es como me gustaría ser a mí. Me gustaría tener esa capacidad de cambio, de liviandad, de solidaridad absoluta. Me divertí mucho escribiéndola, porque muchas de las cosas que Jade hace y dice salieron sin que las hubiera planeado. Hasta yo mismo me sorprendí con ella y sus locuras. Además, la música que guarda en sus viejos casetes es de todo mi gusto.
¿Con qué personajes crees que es más fácil empatizar? ¿Con cuál empatizaste tú?
Creo que Eric es el personaje con el se establece más rápido empatía, ya que somos testigo de sus enormes carencias y dolores. Además, como el libro está narrado desde su punto de vista y a través de sus ojos, vivimos en primera fila su profundo cambio y viaje emocional a lo largo de toda la historia. Yo creo que de una manera u otra, todos hemos atravesado por conflictos similares a los que Eric está atravesando. Todos nos hemos sentido heridos por confiar en exceso en alguien equivocado… Todos hemos atravesado un momento de dolor… Todos hemos fingido estar bien cuando, en el fondo, solo queremos llorar. Y Eric representa eso: la máscara (o el hashtag) que nos ponemos para no mostrarle al resto nuestra verdadera cara.
¿Qué le dirías a los jóvenes que están pasando por algo similar a lo que les ocurre a los protagonistas de tu historia?
Que todo mejora. Que todo cambia. Que nada es para siempre. Que la gran maravilla de la vida es que las cosas fluyen y que morimos y nacemos muchas veces a lo largo de nuestra existencia. Que la soledad no debiera ser nunca una opción. Y que una mentira termina siempre por podrirse dentro de nosotros.
¿Crees que las redes sociales actualmente son una fuerte fuente de inspiración para crear historias?
Me imagino que sí, aunque en mi caso busco fuentes de inspiración dentro de mí más que en el mundo exterior. Antes de empezar, lo que hago es mirar hacia adentro y no hacia fuera. Busco en mi interior cuáles son esos temas que me tienen incómodo, que me duelen, que no me dejan en paz, y para poder librarme de ellos empiezo a pensar en una historia que los resuelva. Así siempre ha sido cada vez que he comenzado a escribir un libro, y “Hashtag” no fue la excepción. Lo que sí destaco enormemente de las redes sociales, es el hecho de que me pusieron en contacto directamente con lectores. De este modo, puedo leer de primera mano las opiniones, reclamos, sugerencias y comentarios que ellos tienen sobre mi trabajo, y eso sí ha sido muy enriquecedor.
¿Con qué se encontrarán los lectores en Hashtag?
Al abrir “Hashtag”, los lectores se encontrarán con una historia muy moderna, inesperada, donde la trama se va contando como un puzzle algo desordenado que poco a poco va dejándonos ver el paisaje que se forma. Se van a encontrar con una historia donde es más importante lo que los personajes piensan y sienten, antes que lo que hacen. Y, por último, se van a encontrar con una historia que me tomó un año y medio escribir, más o menos, porque la fui creando poco a poco, como quien cocina a fuego lento, sin urgencia pero sin pausa. De alguna manera, “Hashtag” representa una etapa de mi vida que, gracias a la literatura, pude ordenar, exorcizar y quitármela de encima.
Muchas gracias a José Ignacio nuevamente.
Espero que hayan disfrutado la entrevista.
Hasta la próxima.
The Discovery nos hace reflexionar sobre el sentido de nuestra vida y la trascendencia de nuestros actos. La fotografía es especialmente agradable en las escenas del mar, que son muchas, porque tiene el efecto glacial que transporta al ambiente frío, hermético y misterioso. Entristece, da risa, emociona. 
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