El pasado domingo 26 de febrero se celebró la 89.ª entrega de los premios Óscar, otorgados por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, donde en una ceremonia no exenta de polémicas, el último premio de la noche y el más importante de todos, el premio a mejor película, fue para Moonlight (Luz de Luna), que por lo demás también se llevó los premios de mejor guion adaptado y mejor actor de reparto para Mahershala Ali. En la reseña de hoy, veremos porqué tuvo una tan buena recepción por la crítica y de si efectivamente es o no la merecida ganadora del premio a mejor película.
Escrita y dirigida por Barry Jenkins, Moonlight nos cuenta en 3 etapas de la vida, la historia de Chiron, un niño afroamericano que debe aprender a vivir el día a día enfrentando complejos desafíos, como una madre drogadicta (Naomi Harris),la búsqueda de su propia identidad y cómo lidiar con su propia homosexualidad contando sólo con el apoyo de Juan (Mahershala Ali), su esposa Teresa (Janelle Monáe) y su amigo Kevin.
Curiosamente, Moonlight es una de las películas de menor presupuesto que hayan ganado el premio de la Academia, con un costo de 1,6 millones de dólares. Y no es ninguna sorpresa. El punto de mayor fortaleza de esta película y de