Piscinas vacías es la puesta en papel de un exitazo de la literatura digital. Laura Ferrero es la revelación 2016 de los relatos breves y este libro es una compilación de varias historias donde la temática central es el amor.
El amor de parejas que se separan, parejas que se juntan, personas que se amaron y se casaron con otras, niños que se mueren, amigos que se olvidan. Todas bajo una neblina de miedo al sufrimiento y ecuanimidad. Profundos, dentro de lo que se puede lograr en un máximo de 20 páginas, reales, absurdos, contradictorios: Así son los personajes de los cuentos de Piscinas vacías. Son 26 relatos en 190 páginas.

Varias historias son emocionantes. Es fácil representarse en la escritura de Ferrero, verse en un restaurante comiendo con el amor de su vida, con la tentación inminente de sostener su mano por un segundo, de decir lo que no se dijo y chocar como un pájaro contra un vidrio transparente al volver a la realidad: las elecciones que aprisionan. El que no se haya arrepentido nunca, que arroje la primera piedra.
Es la historia del desamor narrada en varias situaciones distintas: la de una ama de casa que se cansa de ser tan normal, la de un esposo que se pregunta si eligió bien su vida, la de una pareja que siempre se amó en secreto y se casó con otras personas, bebés azules. Todas con una voz similar que aparece desde un lugar oculto de la conciencia.
¿Por qué leerlo? Porque hace un conexión con lugares del alma que no se muestran muy a menudo y que la literatura parece haber olvidado.
Por Adriana Villamizar