Basada en la historia real de la escritora que se dedicó en los 90’ a escribir perfiles de personas como Katharine Hepburn, Fanny Brice y más. Cuando Lee Israel (Melissa McCarthy) no consigue publicar sus escritos por no estar en sintonía con los gustos de los lectores, decide utilizar su talento para personificar a otros en forma de engaño. Ella comenzará un oficio de falsificación con tal de cuidar a su gata y pagar la renta, en compañía de su amigo Jack Hock (Richard E. Grant).
Lee Israel no es un personaje agradable, es brusca, desconfiada y malagradecida. Es una mujer por sobre sus 50 que solo quiere poder volver a escribir y ojalá vivir de ello. Está atrapada en una época en la que nació treinta años antes de lo debido. Ella ama a Fanny Brice, quiere seguir escribiendo sobre ella, pero la honesta realidad no deja espacio para las dudas.
¿Cómo puede ser que nos agrade Lee? Ese es el resultado de un guion bien escrito sumado a la espléndida actuación de McCarthy. Muchos pensábamos que la actriz solo tenía piel para la comedia, pero es en este tipo de papel el cuya complejidad la hace brillar. Pese a lo reservado que fuera el carácter de la escritora, durante toda la película se puede observar un sinfín de emociones (e insultos). Porque los personajes llenos de imperfecciones son el terreno fértil de una actriz que está volviendo a hacer sus mejores trabajos.