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10/04/19

[Reseña cine] Perro Bomba: Un pedacito de vida en pantalla

¿Alguna vez has ido por la calle y sentido como que vas en un videojuego? Así como que vas caminando con una cámara y solo puedes ver el exterior de lo que te rodea. Apenas capaz de rasguñar la superficie. Pues después de ver PERRO BOMBA la sensación se hace peor y se afirma el dicho de que cada persona es un mundo.


La película narra un pedazo de vida de Steevens, un inmigrante haitiano que lucha en las calles de Santiago por tener un mejor porvenir. Lo interesante, lo más interesante, es que pareciera que se está frente a un documental, aunque en realidad se trata de un personaje de ficción en una situación ficticia. Sin embargo, lo bien realizada de la película da la sensación de verdad.

Entonces, lo que puedes ver en esta casi hora veinte de película es lo que viven los inmigrantes; sus periplos, sus desventuras, sus aspiraciones. Lo bueno, lo malo y lo feo: la música afro, la mezcla cultural, el racismo, la discriminación, la pobreza. Es una experiencia de inmersión que solo la gran pantalla logra y que resulta muy necesaria al momento de practicar el ejercicio diario de empatía.


Quizás el desafío más grandes, al momento de enfrentarnos a PERRO BOMBA, es tener que desprenderse de la expectativa de una película tradicional: la trama no se presenta como usualmente se presentan; los personajes no se elaboran como nos ha acostumbrado Hollywood. Incluso la cámara tiene un enfoque más de cine arte que de Megalodón contra Godzilla.

Entonces, PERRO BOMBA es varias cosas en una sola: un ejercicio estético muy bien realizado fácil de disfrutar; un desafío para la mente de salirse de las convenciones cinematográficas tradicionales; un despertar de conciencia respecto del mundo que nos rodea a todos los que vivimos en Santiago en modo videojuego. PERRO BOMBA ya está en la cartera de los principales cines de nuestro país.


Por Adriana Villamizar

10/03/19

[Reseña cine] Guasón (Joker): La risa más dolorosa

Si hablar de esta película es difícil se debe al riesgo de entrar por la senda equivocada. El revuelo que está causando la supuesta incitación de la violencia en el cine suma un nuevo capítulo con el estreno de Joker, de Todd Philips, pero esta vez las cosas parecen más peligrosas que nunca. Profundizar y victimizar a un villano como este puede incitar a lecturas equivocadas, como también despertar voces que harán todo lo posible por buscar responsables de un momento delicado, especialmente en Estados Unidos. La discusión no deja de ser necesaria, pues el impacto que puede generar una obra artística de esta envergadura es, por lo menos, desafiante. Pero si algo nos ha enseñado el cine, es que las cosas pueden hacerse muy mal, o muy bien, y Joker no solo demuestra estar en el lado correcto, sino que en el necesario.


En Arthur Fleck (Joaquín Phoenix) recae todo el peso de una sociedad enferma. Él es un comediante frustrado que vive de manera precaria con su madre, luchando por obtener dinero trabajando como payaso, pero con la principal dificultad de poseer un trastorno que le impide dejar de reír. Desde el momento en que descubrimos los abusos por parte de una Ciudad Gótica violenta y carente de oportunidades, entramos rápidamente en el verdadero trasfondo que tiene esta película, y ese está mucho más cercano a un drama desolador que a una película de superhéroes. Incluso, si se quisiera comparar con la tremenda Logan (2017), allí hay mucho más de esos códigos que en Joker. No obstante, es destacable que la película entre de manera tan precisa y coherente en el universo de Batman al que pertenece, lo que no consta de simples guiños, sino que forma parte central de la trama.


Los lectores de cómics tendrán una visión mayor de lo que significa este villano, pero el cine no nos había dado una mirada tan profunda de sus orígenes. Esta es la oportunidad aprovechada de darle una nueva adaptación al personaje, y de paso, mandar un mensaje claro con esta carta anticapitalista. La responsabilidad de los poderosos en la creación de estos fenómenos suele ser algo común en el mundo de los superhéroes, pero nunca lo vimos en estos niveles de crudeza. No es extraño sentirse abrumado, conmovido y hasta contrariado tras salir de ver Joker, cuando el terror del discurso llega a transformarse en una fantasía poética y perturbada. Hay belleza en una tragedia monumental como la narrada en este drama que no se guarda nada, y aquí la importancia de Joaquín Phoenix es insuperable. Su versión del ‘Joker’ es impresionante, oscura como nunca, y sin salida. Mientras en el pasado hemos visto el poder del Joker, aquí veremos una caída que llega a herir. No solo por la caída de un personaje que es capaz de generarte empatía, es la caída de un sistema que representa el horror en el que deambula la sociedad actual. Lo complejo va en la falta de moralidad llevada al límite, ya que hablar de Arthur Fleck como una víctima que justifica los actos de violencia, con tal grado de grandiosidad visual y sonora, tiende a desviar los méritos propios de una película extraordinaria.


¿Es Joker una celebración de lo peor de nuestra sociedad? Más bien diría que es un funeral lleno de sangre. Creer que una película bien dirigida y cercana a un tema del que queremos escapar es una ofensa a las víctimas, es sesgar el verdadero llamado. Todd Philips pasó de dirigir comedias a este otro extremo por una necesidad de plantear una respuesta a la falta de comedia en nuestras vidas; ese es Arthur Fleck, y esa es la responsabilidad que se busca visibilizar. Joker no tiene temor a explicitar su violencia, tampoco teme a que el personaje goce de una épica que pueda ser cuestionable, en especial durante el último acto. Esa confrontación es lo que la hace tan única, e indudablemente un quiebre que marca un antes y un después en el cine de superhéroes. The Dark Knight (2008) también fue un quiebre en su momento, pero la diferencia es que en esa oportunidad se hablaba de cine. ¿Le hace mal a Joker que la discusión esté tan fuera de mero aspecto cinematográfico? Es difícil asegurarlo, pero no pondré en duda que la película tiene los méritos para merecer ser llamada una obra maestra, e indudablemente una de las mejores películas del año. Lo demás, quedará en la conversación.


Por Andrés Leiva

9/30/19

[Reseña cine] Un amigo abominable: La calidez de la familia y la amistad

En una noche fría de Shangai, iluminada por las luces artificiales de la ciudad, Yi está afligida por la pérdida de su padre y decide tocar su violín en el tejado del edificio para recordarlo. Ahí por cosas del azar descubre a un joven Yeti –que luego tendrá por nombre Everest– que se encuentra perdido y escapando de quienes quieren cazarlo. Yi junto a sus amigos Jin y Peng se embarcarán en un viaje épico para reunir a la criatura con su familia en la punta del Everest.


La calidez que desprende la película es palpable desde los primeros cinco minutos en quese presenta a Yi y a Everest. Ni uno ni el otro están dónde quieren, ambos quieren escapar. Yi perdió a su padre, pero ella cree que puede reunir al yeti con su familia y hará todo para conseguirlo.

Yi es una adolescente independiente –incluso se tilda solitaria–, que solo quiere realizar un viaje que no alcanzó a cumplir con su padre. La melancolía que produce en ella este suceso y que, pese a todo no considere rendirse en ningún momento, la vuelven una heroína fácil de empatizar y apoyar. Su encanto provoca emoción en el espectador, sus escenas poseen un sentir admirable y humano. Es un gran ejemplo de cómo construir un buen personaje principal que haga eco tanto en niños como adultos.


Un gran acierto es la compañía que produce la música durante la cinta. Yi toca el violín en determinadas ocasiones con un claro sentido de añoranza, con el que busca recordar las palabras de su padre “aunque el camino sea difícil no debes rendirte”. Una frase que puede resultar cliché, pero su trasfondo es puro y cada escena se realza con los sentimientos que despiden las cuerdas del violín y de la misma Yi.

Lo más destacable de la animación son los paisajes. Campos floreados, nubes color pastel y noches estrelladas terminan por cautivar al espectador por sus hipnóticos colores y movimientos. Ensoñar ciertos escenarios al ritmo del score solo vuelven más encantadora a Un amigo abominable. Y todavía más, en determinadas escenas que se ven danzar al compás del violín de Yi.

El humor es ingenioso, aunque recurra a trucos conocidos, porque es un elemento transversal a todos los personajes que componen el filme. Incluso la broma más infantil e inocente produce risas y si no, una pequeña cosquilla de ternura. Gran parte de ello es gracias a Jin y Peg, los amigos inseparables de Yi.


Gracias a Jill Culton, quien dirigió y concibió la idea de la película animada, DreamWorks parece haber recuperado esa chispa que a comienzos de siglo tanto disfrutaba. Un amigo abominable no busca reinventar el género, la cinta está más preocupada de hechizar y hacer volver a creer al público en la magia de lo imposible.

Es una historia que llegará al corazón de grandes y pequeños. Y que los hará querer abrazar a sus seres queridos. Es apta para todo público y se estrenó el pasado jueves 26 de septiembre.


 Por Constanza Lobos

9/25/19

[Reseña cine] Ted Bundy: durmiendo con el asesino. ¿Una historia de amor o un retrato de un asesino en serie?

Recientemente se ha estrenado la película Ted Bundy: durmiendo con el asesino de Joe Berlinger, protagonizada por Zac Efron y Lily Collins que retrata la otra vida de uno de los femicidas más famosos de la cultura gringa de los sesenta y setenta.


La historia comienza con Liz Kendall (Collins), una joven madre que sale a divertirse a un bar donde conoce a Bundy (Efron) y precipitadamente inician una relación. Bundy aparece y desaparece de la vida de Liz, debido a sus estudios de Derecho, pero la ayuda a criar a su hija Molly. Es en ese mismo tiempo que los rumores de un apuesto y brutal asesino de mujeres, sospechosamente parecido a Bundy, empieza a atormentar la conciencia de Liz.


La película intenta no dar a conocer los crímenes de Bundy de inmediato, sino que se pone en el papel de Liz, quien descubre cada vez cosas más sospechosas sobre su enamorado. Es esta construcción de la trama que te hace querer saber ¿qué va a pasar? ¿de verdad es culpable?, sobre todo si no conoces la historia de Bundy. Además Efron interpreta increíblemente a Bundy, llegando a confundirse algunas imágenes que fueron recreadas con las de la vida real.


Ted Bundy: durmiendo con el asesino te invita a revelar al asesino detrás de la cara bonita, sin ser una película morbosa o enfocada en sus crímenes. Aunque, si después del film quieres saber más, puedes revisar el documental de Netflix, Conversaciones con asesinos: Las cintas de Ted Bundy.


Por Belén Riquelme

9/06/19

[Reseña cine] ¿Dónde estás, Bernadette?: El agradable viaje de Cate Blanchett

‘¿Dónde estás, Bernadette?’ es la adaptación al cine de la exitosa novela de María Semple que lleva el mismo nombre. Significa además el regreso de Richard Linklater en dirección y siendo acompañado de la siempre fabulosa Cate Blanchett de vuelta a un protagónico. Esta comedia familiar se transforma rápidamente en un divertido viaje de crecimiento personal, como también en ese desahogo de amor que siempre puede unir a las familias, incluso tras el peor de los desastres. La película comienza dejándote en claro la premisa, con una Bernadette Cox (Cate Blanckett) que escapó de su mundo, incluyendo su familia, para pasar frío a propósito en la Antártica. Ella nos invita a conocer su historia, y apenas nos vamos al pasado, este racconto toma un ritmo que fluye estupendamente, al menos durante la primera mitad.


Yendo más a ese detalle de los sucesos que marcaron el viaje de Bernadette, merece la pena considerar que estamos frente a una arquitecta muy exitosa, y también con serios problemas para relacionarse con la gente. Tanto así que abandonó su profesión en su mejor momento, por lo que ahora, como madre de la joven Bee (Emma Nelson) y sumida en sus problemas de ansiedad y agresividad desencadenará en un desastre que llevará a los personajes a crecer. Como mencioné anteriormente, la historia funciona bien en varios pasajes de los primeros actos, donde el rol de secundarios, como la vecina Audrey (Kristen Wiig) es preciso y necesario, aunque hay cosas que no terminan de levantar el desenlace de la película. A nivel de guion hay escenas muy bien pensadas, tan graciosas como solo Cate Blanchett podría lograr, pero la evolución del viaje familiar se siente poco inspirado y predecible.


Bee está bien como la hija que nos enseña a comportarnos como adultos, pero Billy Crudup interpretando al padre trabajólico no aporta demasiado, lo que se vuelve evidente cuando la familia toma el protagonismo. Puede que enfatizar en el fuerte y determinante carácter femenino entre madre e hija haya sido una declaración de principios adecuada para la historia que se buscaba relatar, pero no hay riesgos al respecto. Es un final correcto, sin más, aunque queda la sensación de que hay un gran potencial desperdiciado. De todas formas, ‘¿Dónde estás, Bernadette?’ es disfrutable e imprescindible para cualquier fan de Cate Blanchett. Ella por sí sola es capaz de levantar lo que sea, y más encima aprovechando esos espectaculares glaciares, a los que les queda poca vida. Pueden ver la película desde hoy mismo en las principales cadenas de cine del país.


Por Andrés Leiva

[Reseña cine] It Capítulo 2: Tan cerca y tan lejos de la grandeza

Después de dos años de espera, la segunda mitad de la adaptación de la novela “It” de Stephen King, llega a la pantalla grande. 27 años más tarde “Los Perdedores”, ahora adultos, deben volver a encontrarse para acabar de una vez por todas con Pennywise, la malvada entidad cósmica que adopta la forma de un payaso para capturar a sus presas.


Andy Muschietti regresa en la dirección y con él, la expectativa de, al menos, lograr equiparar el éxito de la primera parte. Sin embargo, así como este segundo capítulo hace bien muchas cosas, también hace mal otras.

Lo primero es lo primero, el reparto adulto de Los Perdedores es simplemente fenomenal, todos y cada uno de ellos. Tanto los nombres conocidos (James McAvoy, Jessica Chastain, Bill Hader), como los no tan conocidos (James Ransone, Jay Ryan, Isaiah Mustafa) hacen un gran trabajo tomando las cualidades tan características de cada uno de sus personajes.


Pero hay dos nombres que van más allá y destacan por un magnífico trabajo: Bill Hader como Richie Tozier y James Ransone como Eddie Kaspbrak. Ransone, de perfil más bajo, logra recrear física y psicológicamente a Eddie de tal forma, que logra enaltecer a su personaje con un carisma sensacional. Hader, por otro lado, logra equilibrar los dos aspectos más importantes de su personaje, el trauma que ha acarreado por 27 años y su sentido del humor como un maestro, algo que en el mundo de la representación dramática es sin duda muy difícil de lograr.

Y es que It capítulo 2 es una película acerca del trauma y lo difícil que es acarrearlo por tanto tiempo, pero tristemente la película lo banaliza a tal punto que ya deja de ser un factor importante. Es más, sólo se vuelve un mecanismo para crear situaciones llenas de jumpscares que terminan por volverse completamente predecibles, y por ende, muy poco aterradores.


Además de ser injustificadamente larga, con casi tres horas de extensión, la película tenía una ardua tarea de adaptar elementos muy importantes de la novela, que tanto narrativa como visualmente resultan muy complejas de poner en la pantalla. Me refiero concretamente a las subtramas de algunos de los protagonistas y también a la confrontación final con Pennywise.

En relación al primer punto, el filme de Muschietti se queda corto y no da importancia suficiente a las cicatrices de los perdedores ahora que son adultos (quizá solo con la excepción de un triángulo amoroso y el secreto de Richie), y sólo rasca la superficie de sus personajes.

En cuanto al final, posiblemente el momento más importante de la película, hay una suerte de vaivén entre buenas y malas decisiones que últimamente hacen que el momento de mayor tensión en la batalla pierda precisamente eso, la tensión.


Sumando y restando, It capítulo 2, pasa a ser una película que se apega mucho más que su primera mitad a los cánones del terror comercial —lo que para algunos será un acierto, para otros un error—, pero que así y todo logra funcionar gracias a un reparto altamente talentoso y una historia que todos los fanáticos de la primera mitad no querrán perderse por nada en el mundo. 



Por José A. Pino

8/31/19

[Reseña cine] Había una vez en... Hollywood: El inigualable Quentin Tarantino

Quentin Tarantino encontró en el cine la voz para llegar a ser uno de los grandes, y este es el resultado final de ese viaje. Eso es lo primero que me viene a la cabeza en los primeros minutos tras haber visto Había una vez en... Hollywood, al igual que ideas retumbantes como “no soy capaz de procesar lo mucho que me gustó esta película”. Y ese proceso de análisis es importante ya que no estamos ante la típica película de Tarantino, pero aun así termina siendo la más Tarantino de todas. ¿Cómo se llega hasta este punto? Desde la icónica diversión de Pulp Fiction hasta los 70mm de Los Ocho más Odiados hay un recorrido que ya nos había mostrado los mundos que mueven este imaginario, y que este noveno filme de una filmografía de ensueño entre de lleno en Los Ángeles de los años 60 no sorprende. Que DiCaprio y Brad Pitt protagonicen tampoco debiera sorprender si se considera que ambos habían trabajado anteriormente con libretos del director. Pero aunque las piezas nos lleven aquí, ver Había una vez en... Hollywood es mucho más que un reciclaje de ideas, por el contrario, es una de las experiencias cinéfilas más fascinantes que recuerde del último tiempo.


La historia de un Hollywood que creció junto al western es el principal homenaje que Tarantino plasma tras los sets de cine y el glamour de una ciudad que deslumbra. La película es extensa, el primer indicador de que no hay ningún apuro por quitarle magia a unos alucinantes viajes por las calles de Los Ángeles, sin más prisa que la impuesta por una banda sonora increíble que marca el ritmo y el tono de principio a fin. Te seduce sin siquiera entender hacia donde irá la historia, y es que con dos actores talentosos es más que suficiente para entrar rápidamente en una hipnosis profunda. ¿Pero de qué trata realmente? Fuera del contexto histórico y de tener el antecedente que la película se conecta de alguna forma con los asesinatos de Charles Manson, ha habido un secretismo en relación a la trama, y con justa razón. Tenemos a Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) haciendo de una estrella de Hollywood en temprana decadencia. También está su doble de acción y mejor amigo Cliff Booth (Brad Pitt). También aparece Sharon Tate (Margot Robbie), la actriz que nos acerca al hecho real de estos asesinatos. Y ese es el círculo que corre de manera paralela, aunque no precisamente de la manera que esperas.


Lo más complejo es comprender lo que conecta realmente todo esto, y hay que decirlo; es impredecible. El evidente primer obstáculo pasa por que la película le de tanto tiempo a escenas que parecen no llevar a nada (algo lejos de la realidad), mostrando frecuentemente el cotidiano de los personajes, y de aquí nace el riesgo de que el relato se sustente de información extra cinematográfica para armarse en su totalidad. Aunque la historia se sostenga en sí misma en relación a ciertos arcos argumentales, hay mucha información que es necesaria para poder conectar las piezas correctamente, especialmente en relación al rol que cumple Sharon Tate, lo que puede resultar en que la cortina de créditos sea tan satisfactoria como desconcertante. Lo bueno es que la experiencia de un director que no necesitaba volver a demostrarnos su talento acá queda de manifiesto, porque Había una vez en... Hollywood es una joya por donde se le mire. Cualquier crítica hacia la narrativa queda bastante debilitada luego de un segundo visionado, ya que la película realmente necesita de ese tiempo para ser absorbida como merece. Esta es la declaración máxima de amor de Tarantino hacia el cine que lo ha acompañado durante toda su vida, y si eso no fuera suficiente, siempre estarán sus secuencias perfectas, o sus personajes inolvidables (Brad Pitt es oro puro), y un clímax de escándalo para dar la talla como una de las mejores películas del año. Nadie más podría haber hecho esto con éxito, y si en el pasado Tarantino nos dejó íconos legendarios que han dejado huella en la historia del cine, ahora tenemos su firma más honesta y manchada con sangre, como debe ser.


Por Andrés Leiva

8/28/19

[Reseña cine] La espía roja: Amor en tiempos de espías

Sí, probablemente estarás pensando que el título de esta reseña no puede hacer justicia a una película del calibre de La espía roja, porque, seamos sinceros, no es justo hacer parodia de una obra de arte. Pero bueno, también es cierto que La espía roja hace explícita la unión de dos cosas que siempre aparecen juntas, pero que pocas veces nos detenemos a reflexionar: el amor y el espionaje.


Así tal cual. Imposible decir que el máximo 007 no hizo algunas locuras de amor. Hay un trasfondo ahí de amor-engaño en todo el rollo del espionaje, pero no nos vayamos en la profunda, sino que centrémonos en lo que vinimos: La espía roja

La película comienza (y no hay ningún spoiler en esto) con una mujer acusada de ser espía de los comunistas en la época de la Segunda Guerra Mundial. La cosa es que la acusan hoy -tipo SXXI- por algo que sucedió hace 50 años; por vincularse con la gente equivocada en el momento equivocado... por amar a Leo.


Leo es un joven revolucionario alemán, que viene a desequilibrar el mundo de la pobre e inocente Joan con sus aires de cambio ¿pobre e inocente Joan? Ni tanto. El peligro es que esta joven, estudiante de física, se posiciona en nada más y nada menos que lo que sería -tal vez- el proyecto que da curso a la Bomba Atómica... así que ¿pobre y inocente? ¿Hace algo efectivamente? Eso tienen que descubrirlo por su cuenta. 

Lo que sí les puedo contar es que es muy cool el salto temporal. Tanto que parece que fuera una sola línea de tiempo atemporal, pero no. Son muchos flash backs en los que se va construyendo una versión de la historia que nos permite hacernos parte y jurado de la vida de la pequeña camarada (el sobrenombre menos hot del mundo). ¡Muy recomendado! ¡En sus cines favoritos ya!


Por Adriana Villamizar

8/16/19

[Reseña cine] Anna: El peligro tiene nombre

Luc Besson, director de grandes películas de acción como León el profesional y El transportador, vuelve a sus inicios con el estreno de Anna. En esta entrega, Besson recoge la idea del agente secreto y el conflicto de la Guerra Fría para internar como protagonista a Anna (Sasha Luss) la femme fatale que hará lo imposible por conseguir su libertad.


Con un elenco destacado entre los que se encuentran Helen Mirren, Cillian Murphy y Luke Evans, Besson juega con las temporalidades, aborda las luchas de poder de dos grandes potencias de la época y logra recrear la glamurosa vida del agente secreto a lo 007, pero que en la oscuridad, no es más que un entrenado asesino.


Además, Besson intenta incorporar ideas feministas entre las que destacan el empoderamiento de la mujer y la sororidad aunque no logra concretarlas del todo debido a que se queda estancado en el personaje de la femme fatale. A pesar de ello, Anna consigue ser una buena película de acción, abordando algunos clichés que se convierten en indispensables en este género. Desde esta semana véanla en los principales cines del país. 


Por Belén Riquelme

[Reseña cine] Araña: Grandes ideas que se quedan cortas

Andrés Wood vuelve a las salas chilenas con su nuevo largometraje, Araña. La película sigue a tres miembros del grupo de extrema derecha Patria y Libertad, Inés, Justo y Gerardo durante dos períodos de tiempo: a principios de los setenta y la actualidad. En ese contexto se desenvuelve un filme que intenta dar un mensaje acerca de los peligros del resurgimiento del fascismo y la violencia que lo caracteriza, pero que últimamente termina por jugar más al impacto, dejando de lado la cohesión narrativa y el desarrollo de sus personajes.


Los flashbacks de Araña nos van mostrando los sucesos más importantes del pasado de sus protagonistas, y es ahí donde están los mejores pasajes de la película, por lo que resulta decepcionante que el filme no se quede más tiempo en esa línea. Porque cuando volvemos al presente, toda esa tensión, ese suspenso, parece desvanecerse por completo, en escenas que supuestamente debieran ser el hilo principal de la trama pero que sólo nos llevan a una confrontación final trivial y carente de tensión.

El director de Machucha y Violeta se fue a los cielos toma un excelente concepto acerca del pasado, y de como los movimientos de extrema derecha siguen latentes en nuestra sociedad, pero a fin de cuentas no logra dotar estas ideas de un buen trasfondo narrativo o visual.


De esta forma el gran peso de levantar esta película está en sus protagonistas, donde Marcelo Alonso y su contraparte joven Pedro Fontaine, junto con María Valverde como una joven Inés, son por lejos el punto más fuerte de Araña, con una atención al detalle acerca de sus personajes que resulta notable.

A fin de cuentas, Araña es una película que no logra vivir a la altura de su propio potencial, pero que al menos logra retratar el implacable paso del tiempo y que el pasado siempre está al acecho. Incluso, si uno busca bien, puede encontrar momentos de verdadero suspenso y tensión.


Por José A. Pino

[Reseña cine] Historias de miedo para contar en la oscuridad: El encanto por los monstruos

Los monstruos de Guillermo Del Toro siempre tienen las puertas abiertas para adentrarnos en mundos fantásticos, y a veces algo terroríficos. Son esas historias propias de otra edad, de otro tiempo, donde la infancia se entrecruza con los peligros de un lugar fascinante y desconocido. La noche de Halloween, en la casa embrujada, con los monstruos que salen por la noche a aterrorizar a los niños. Es el tipo de aventura que busca homenajear todos esos códigos del terror, pero aportando una mirada fresca y siempre con sangre de Guillermo del Toro, quien no dirige, pero sí produce y escribe esta película. André Øvredal es quien cumple ese rol de dirigir a estos adolescentes en una aventura que tiende a sentirse más familiar de lo esperado, pero también altamente disfrutable, especialmente en lo que respecta al trato de los monstruos.


Puede que a nivel de historia se sienta pequeña, pues en lo que respecta al gran misterio a resolver la película cumple al pie de la letra su promesa con el género. Son un montón de chicos intentando solucionar un misterio de fantasmas y sin ningún tipo de ayuda más que su propia astucia, mientras deben intentar sobrevivir a una maldición que los amenaza con matarlos uno por uno. Hay un libro de cuentos de terror que es el causante de todo, y como Stella, nuestra protagonista es una escritora amante de este mundo perverso, termina como el personaje perfecto para lo que se viene. Los otros secundarios también funcionan bien, y está Ramón, un personaje interesante por ser el interés romántico que escapa al estereotipo habitual y quien pone sobre la mesa la inmigración ilegal como un tema relevante en una trama adolescente.


Pero la película no sería nada sin sus monstruos, aquí es donde Guillermo Del Toro lleva toda su influencia y amor por su cine para que los cuentos luzcan mejor que nunca. El trabajo estético detrás de cada una de las criaturas es sensacional, con mucho efecto práctico e ideas originales, aún teniendo a íconos tan conocidos como ‘el espantapájaros’. Esa originalidad va especialmente en la construcción de sus geniales y memorables secuencias terroríficas. Hay un par de puntos altos que seguramente te harán pegarte a la pantalla y quizás soltar un grito, pero sin necesitar del recurso del “screamer”. Si esperas múltiples sustos que te generen pesadillas, seguramente esta no sea tu película. Pero hay algo encantador en esta historia que le da el equilibrio necesario a las cosas, volviéndola un cuento entretenido de ver, con suficiente profundidad para que sus protagonistas tengan peso, pero sin buscar ser más de lo que debe; una historia que merece ser contada en la oscuridad de una sala de cine.


Por Andrés Leiva

8/10/19

[Reseña cine] La noche de las nerds: Una gran comedia llena de corazón adolescente

Puede que ser nerd esté de moda, pero hay formas y formas de entrar al tema. Booksmart, traducida en latinoamérica como “La noche de las nerds” es el ejemplo perfecto de una comedia que entiende la importancia de sus personajes por sobre lo ridículo, aunque no por eso teniendo que sacrificar las risas. Soy de los que no se compra fácilmente este tipo de comedias, pero Olivia Wilde hizo oro dirigiendo con un entusiasmo que saca a relucir a unos personajes demasiado entrañables.


Vamos al comienzo. Amy y Molly son mejores amigas que nunca han asistido a fiestas y quienes deciden dar el paso en la noche previa a graduarse de la secundaria, todo con el fin de demostrarle a sus compañeros que ser nerd no les impide poder divertirse. Hasta ahí todo bien, pero llegar a la famosa fiesta no será fan fácil como estaba previsto. Una serie de sucesos inesperados será lo que llevará a esta súper dupla a vivir lo que realmente es salir de la burbuja, lo que pasará desde el desastre a la diversión de manera demasiado natural. Es remarcable que la película consiga leer tan bien lo que significa ser nerd, y que pese a que podamos sentir que cae en la caricatura, termines comprándote a todos los personajes, porque hay un crecimiento evidente. Hay detalles por aquí o por allá que pueden ser poco creíbles en determinados momentos, pero eso nunca le quita peso a lo importante, el crecer en compañía, dar ese paso en que debes dejar atrás lo que te ha dado estabilidad, y todo por no ser parte de ese entorno social.


Nada de esto sería posible sin una química fantástica entre Kaitlyn como Amy y Feldstein como Molly. No se les puede reprochar nada, pero sí se puede alabar que el carisma de ambas sumado a un buen guion se mandan momentos de aquellos. La película es hilarante, pero también tiene un gran corazón. Su estilo de dirección que usa muchos recursos cinematográficos para darle esa identidad cool (incluyendo una fantástica secuencia en stop-motion) se complementa al cariño puesto en estas amigas inseparables. Se busca la sutileza cuando tiene que serlo, pero sin perder esa exageración propia del género. Tal como lo hacía Lady Bird (2017), su forma de tratar con cine las problemáticas de unas chicas de esta edad de manera tan cercana es lo que lleva la película a estar muy por sobre la media, y por lo mismo es una recomendación necesaria para ver en cines desde este jueves 8 de agosto.


Por Andrés Leiva

8/02/19

[Reseña cine] Rey de Ladrones: Una película que vive del encanto de sus protagonistas

Películas sobre robos, ladrones y un gran botín al final del camino hay por montones, tantas como para ser su propio género: las llamadas heist movies. Lo curioso es ver las diferentes interacciones que pueden tener estas películas, las cuales radican principalmente en sus protagonistas; a veces son sólo hombres, sólo mujeres, una familia, etc. Siempre con un reparto de actores y actrices que llame la atención del público.


En el caso de Rey de Ladrones (King of Thieves), la pandilla está conformada por un grupo de actores veteranos de renombre, encabezados por Michael Caine, donde también encontramos a Jim Broadbent (Game of Thrones, Harry Potter) y Tom Courtenay. Ellos son los responsables de llevar la cuota de encanto que esta película promete, pero ni las cómicas interacciones ni el encanto individual de cada uno de ellos es suficiente para levantar un guion que se desmorona llegando a la mitad.

Basarse en una historia real como la del robo de la joyería Hatton Garden en Londres, a manos del grupo liderado por Brian Reader (Caine), va de la mano con ciertos riesgos, como la dificultad de mantener una línea dramática consistente y un manejo del suspenso adecuado. Sortear esos riesgos no es una tarea imposible, pero Rey de Ladrones pareciera estar más enfocada en darle espacio a sus protagonistas para mostrar lo divertido de sus dinámicas, que en el desarrollo de la película misma.


Porque si de algo vive esta película es del encanto de sus protagonistas, que, como era de esperar, son el punto fuerte. Ya sea individual o colectivamente, los mejores momentos son aquellos donde Caine, Broadbent y Courtenay muestran su talento para hacer comedia.

Es por esto que Rey de Ladrones termina siendo una película cuyo potencial dramático es desaprovechado en pos de resaltar el gran trabajo y talento de sus estrellas veteranas, pero que últimamente consigue mantener la atención de la audiencia siempre y cuando esta se enfoque más en lo último.


Por José A. Pino

7/24/19

[Reseña cine] El muñeco diabólico: El remake que necesitábamos sin saberlo

Chucky, el muñeco más famoso del mundo después de... ¿hay alguien más famoso? (Optimus Prime, calma tus ansias. No por estar en las cajitas felices eres más cool) ha vuelto a las pantallas grandes en una nueva versión de lo que todos ya conocíamos: un muñeco muy creep que quiere matarlos a todos.


¿Y por qué nueva? No es solo porque la calidad de los efectos especiales ha mejorado como 30 años (literal), sino también porque le pusieron su buen SXXI, generación Z, millenial-friendly. Resulta que Chucky ya no es el muñeco diabólico (alo, secularización), sino que es Chucky, el muñeco explotación laboral y la magia de la programación. El resultado es, extrañamente, muy divertido.

Chucky ahora viene con chistes incómodos y muy socialmente inapropiado. Menos diabólico. Más primo chico despreciable capaz de agarrar un cuchillo de la mesa y acuchillar a quien se le cruce por delante. Nada. Es un amor-odio muy extraño. Casi que dices como ya, dale. Mátalo. Filo. Te amo.


Ok, lo admito. Mi opinión puede estar un poco viciada porque amo un poco mucho las películas de “terror” y cómo no amar al pelirrojo favorito de todos, pero de verdad que este nuevo Chucky deja un sabor agradable en la boca. Ni muy gore como para que no quieras verla, ni muy poquito como para que no duela la barriga y quites la mirada. Para mí, un justo medio para las expectativas que puedan recaer sobre ella.

Ahora bien, gustito aparte, es importante que recuerden que se trata de Chucky. Sigue siendo Chucky. La maravilla viene de apreciarla en su género y desde sus orígenes, sin mayores expectativas que las de hacer renacer un clásico de una forma disfrutable y cercana a los tiempos actuales.


¿Mi recomendación? Ir. Todo el rato. Cien por ciento. Con mucha buena onda y ganas de pasarla bien. Como invitar al tío Tata que ya sabemos como se pone, pero siempre saca una risa incómoda y del alma. Y ¿pa que me invitan si saben como me pongo? Este Chucky los dejará con una nostalgia y una sonrisa que solo tu mejor amigo por siempre puede producir.


Por Adriana Villamizar

7/18/19

[Reseña cine] El Rey León: La nueva apuesta de Disney para revivir su clásico más querido

La generación de los 90 creció con esta historia, con la que era casi imposible no llorar. Gran parte de nosotros vio a Mufasa como el rey de la selva y de la vida de Simba, y lo tomábamos como referente de las actitudes de nuestro padre, a quien, cuando pequeños, siempre vemos como nuestro máximo héroe.


A solo dos meses de haberse estrenado la versión live action de Aladdín y cuatro desde Dumbo, llega a la pantalla grande la apuesta más segura que ha tenido Disney durante el año: El Rey León. Jon Favreau, director de la cinta, en esta oportunidad nos cuenta la vida de Simba tal cual nos la contaron en 1994. Los cambios dentro de la trama son mínimos y si bien, a momentos se podría pensar que estás viendo un reportaje de Nat Geo, rápidamente vuelves al contexto del film cuando te encuentras con los representantes de los tan queridos personajes Zazú, Rafiki, Timón y Pumba.


Si bien, cada vez que se lanza el remake de un clásico nos preguntamos ¿con qué fin hacen esto? (sobre todo si la historia es destruida), en esta oportunidad podemos quedar conformes. Visualmente es un logro magnífico de la animación computarizada y podría ser perfectamente la versión de “El Rey León” para las nuevas generaciones.


Si te preocupan los cambios en la historia y la carencia de música (punto importante dentro de la trama original) puedes estar tranquilo/a, porque al parecer Disney escuchó las críticas que usualmente salen a las luz tras ver un live action. Tiene los mismos valores que nos encantaron hace 25 años, seguimos viendo el proceso de crecimiento individual de Simba, cómo predomina el amor, el cariño y el cómo cambia su vida después de perder a un ser querido.


En esta oportunidad Disney busca dejarnos claros los avances tecnológicos existentes a la fecha y que ellos van a la par junto a estos. Quizás el fotorrealismo no acompañó del todo en las expresiones a los personajes, pero agradecemos enormemente el trabajo por conservar la historia original, sin agregar ni quitar personajes, sin cambiar el ambiente que rodeaba a los protagonistas y que soñábamos conocer cuando pequeños por sus colores.


El film dura 116 minutos y conserva el sentido del humor de algunos personajes. Honestamente no hay mucho que extrañar de la cinta original y se agradece en demasía el hecho de conservar los detalles de la primera entrega de la vida del león que se convirtió en rey de la selva. Se agradece la intensión de apelar a la emotividad en quienes crecimos con el pequeño Simba y su amiga Nala, quien es expuesta con un rol determinante y poderoso, que tal vez cuando niños no entendíamos, pero que hoy comprendemos completamente al darnos cuenta del poder de la mujer dentro de la sociedad.

El rey león se estrena este jueves en las principales salas de cine de nuestro país,  y sin duda será un panorama imperdible para estas vacaciones de invierno. 


Por Grace Aravena

7/04/19

[Reseña cine] La vida secreta de tus mascotas 2: Valores bajo una divertida y tierna historia

Nuevamente nos encontramos con los mismos amigos de la primera entrega, que recordemos, llegó a la pantalla grande en 2016. La vida secreta de tus mascotas 2 en esta ocasión nos trae a Max y sus amigos en una divertida historia familiar que otra vez, nos busca dejar una linda enseñanza. 


El inicio de la película te da una introducción sumamente rápida: Katie, dueña de Max y Duke, mientras paseaba junto a ellos conoce a un chico de quien se enamora, estos se casan y tienen un hijo. Max y Duke rápidamente se encariñan con el bebé, quien en su tierno proceso de conocer el mundo, se ve acompañado de estos dos amigos, quienes tienen como misión personal cuidar al pequeño de todo. 

Max, sin embargo, se preocupa en demasía por lo que pueda ocurrir en el entorno del pequeño y esto igual lo termina afectando a él, quien termina más ansioso e hiperquinético de lo usual. 


Como toda familia, realizan salidas, cosa que a nuestros amigos peludos les encanta porque tienen la posibilidad de estar en el auto. En este contexto, todos van unos días al campo y conocen al valeroso encargado de la seguridad del lugar: Gallardo, quien es un perro ovejero. Bajo él recae la seguridad de todos quienes habitan ahí. 

Gallardo es responsable, imponente, respetado por todos. Él, en su rol de cuidar de la vida de otros, hace que Max se replantee muchas cosas y situaciones dentro de su vida, lo enfrenta a él con sus miedos y lo pone en situaciones críticas, de las cuales no solo él aprende, si no que el espectador, el cual puede hacer suyos los mismos miedos, problemas y complejos que tiene Max independiente de la edad que tenga. 


Además, otra historia paralela vive Gidget en casa junto a Chloe y es imposible de dejar fuera Snowball. Es una película recomendada para toda la familia, que llega justo en vacaciones de invierno con una trama graciosa y rápida. 

Dos cosas importantes antes de culminar: No es necesario que hayas visto el primer film para entender este y no te pares de tú asiento hasta que la sala encienda sus luces.


Por Grace Aravena

[Reseña cine] Spider-Man Lejos de Casa: El as bajo la manga del MCU

Después de los sucesos que pudimos ver en Avengers Endgame, esos que nos dejaron con el estomago apretado e incluso con lagrimas en los ojos, la segunda parte de las aventuras del Hombre Araña es el limpiador de paladar perfecto. Jon Watts vuelve a la silla de director y también lo hace Tom Holland como Peter Parker, acompañado esta vez de Samuel L. Jackson como Nick Fury y Jake Gyllenhaal como Mysterio.


Siguiendo la tónica de su primera entrega, Lejos de Casa vuelve a apostar por la temática escolar esta vez con toques de comedia romántica adolescente, lo cual entrega una refrescante vibra a la película y varios momentos de risa luego de tensas escenas de acción. Probablemente eso es lo mejor que tiene esta película; que funciona en esos dos géneros por separado, así como también cuando se mezclan. Lo que sí, esto también hace que la película a veces no sepa encontrar un tono estable y parezca estar en muchos lugares al mismo tiempo.


Un guion correcto, con muchos trucos (algunos que pueden llegar a notarse demasiado), pero funcional dentro de todo, nos muestra las consecuencias de los eventos de Endgame de manera ingeniosa, al mismo tiempo que apunta hacia donde se dirige el MCU, pero por sobre todo, hacia donde va Peter. Porque eso es lo importante en esta película, las decisiones que debe tomar Peter ahora que Tony no está, cuál es el rol que él cree que tiene en ese universo y el guion sabe muy bien cómo tratar este tema.

El reparto, como es de esperar, es de lujo no sólo en nombres. Definitivamente quienes se llevan la mención honrosa son Tom Holland y Zendaya; gran parte de la película descansa en sus hombros y la química que tienen ambos es palpable. Pero no se puede dejar de mencionar a Jake Gyllenhaal que logra retratar prácticamente a la perfección a Mysterio, uno de los personajes más reconocibles en el mundo del cómic de Spider-Man. Y aunque no sea el villano mejor construido narrativamente, es el trabajo de Gyllenhaal lo que realmente logra sacar lo mejor del personaje.


Dentro de todo, Spider-Man Lejos de Casa es una gran película del arácnido favorito de todos, llena de sorpresas, algunas esperadas y otras MUY inesperadas. En definitiva, es el contraste justo y necesario que necesitábamos después de la montaña rusa que fue Endgame, y con esta secuela del Hombre Araña, se nota que el MCU tiene un as bajo la manga para seguir sorprendiéndonos. 


Por José A. Pino

6/21/19

[Reseña cine] Dolor y gloria: La declaración más íntima de Almodóvar

Pedro Almodóvar acaba de convertir una marca del pasado en una historia potente y trascendental en su filmografía. Son tiempos en donde se están volviendo comunes estas inspecciones al origen de algunos de los directores más influyentes del momento, pero a diferencia de lo que hace Alfonso Cuarón con 'Roma (2018)' y su visión del entorno que marcó su infancia, aquí Almodóvar se acerca mucho más a sí mismo y al cine que atormenta a nuestro protagonista. Salvador Mallo (Antonio Banderas) es un reconocido director de cine en baja que se enfrenta a las consecuencias de la depresión y arrastrando una gran cantidad de enfermedades. Cuando lo invitan a presentar una exhibición de su obra más reconocida, decide reunirse con el actor que personificó ese filme hace más de 30 años atrás y con quién no volvió a hablar debido a un rodaje problemático. Este tipo de vínculo con un pasado que siempre quisiste esconder es lo que lleva a Antonio Banderas por un viaje lleno de emociones, adicciones, y esencialmente por un dolor muy encerrado en las historias.


La película se va construyendo a través de dos etapas en la vida de Salvador. El presente, junto a Antonio Banderas que hace gala de registro actoral fantástico, en cuanto a la credibilidad que consigue su personaje profundamente consumido en la soledad. Y la infancia, donde la relación con su madre y una amistad particular con un chico mayor a quien Salvador le enseña a leer y escribir marcaron fuertemente la vida del futuro artista. Hay una necesidad de buscar redención que no te permite crecer, y es justamente donde Almodóvar aprovecha su experiencia para golpearte de manera colorida, pero muy directa. Entre cuadros vibrantes y telones pulcros entramos en un drama decadente que no descuida el poderío estético que caracteriza al director, lo mismo va para el humor. Es imposible no sentirse conmovido con unos personajes tan carismáticos, y tanto Antonio Banderas como Asier Etxeandía están inmensos, son la dupla que no te esperas que funcione, pero te convencen desde el primer minuto.


Una joven madre interpretada por Penélope Cruz es más de lo que podría pedir, y la complejidad en estas dinámicas de tu infancia que construyen a un personaje desde detalles tan sutiles es una maravilla que se siente contenida, pero solo para explotar en el momento perfecto en la vida adulta. Toda esa culpa tan propia de una ausencia fundamental en la vida de una persona es lo que me destrozó de una manera sorpresiva, aunque no se trate de un drama pesimista. Por el contrario, Almodóvar reflexiona acerca de lo que es realmente avanzar, y de lo que el arte es capaz de entregarle no solo a los demás, sino que principalmente como el desahogo más sincero de todos. Como declaración es gigante, y no puedo más que emocionarme y agradecer que existan películas como Dolor y Gloria. Los invitamos a verla en cines desde este jueves 20 de junio.


Por Andrés Leiva

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