Para los fieles seguidores de años de las películas Jurassic Park, siempre es agradable volver a ver a los dinosaurios de siempre. Además de ya estar uno acostumbrado a que los humanos jueguen con la genética, algo malo ocurra, todos escapen y etc, etc.
Esta segunda entrega es la secuela de Jurassic World, que en el 2015 nos trajo de vuelta – entre otras cosas – al gran T. Rex. Repitiendo a los protagónicos con Bryce Dallas Howard y Chris Pratt esta vez deben regresar a la isla para salvar a los dinosaurios de extinguirse de nuevo.
A diferencia de la anterior, se puede apreciar el trabajo en el suspenso, con buenas dosis y con el juego de lo expectante. El humor recae bajo los hombros de Pratt, logrando sacar varias – y buenas – risas.
El filme es dirigido por J. A. Bayona, quién encantó por Un Monstruo viene a verme e impactó por Lo Imposible. Es extraño que luego de terminar la película uno se pregunte quién fue el culpable de haber intentado abarcar más de lo que realmente podía. Si Bayona o los guio